La técnica respiratoria de AVY es la respiración con sonido o respiración audible de garganta, gracias a la cual el practicante establece un conexión consciente ente el cuerpo, la mente y la corriente de energía. El cuerpo se mueve entonces al unísono con el ritmo de la respiración, mientras la respiración, profunda y uniforme, equilibra y relaja la mente. La respiración puede considerarse la parte más crucial de esta práctica, puesto que es el fundamento del proprio ser, de la salud y de la capacidad del practicante para tener dominio sobre la mente. Con la respiración adecuada el cuerpo recibe suficiente oxigeno incluso en las asanas más difíciles, los músculos y los tendones se relajan, la mente se calma. De esta manera el cuerpo se vuelve ligero, flexible y fuerte y la mente, concentrada y estable.
La técnica respiratoria de AVY purifica el cuerpo y libera la tensión por medio de la acumulación de calor y el proceso de la sudoración. Independientemente de la longitud de la respiración, los pulmones deben llenarse por completo con la inspiración y vaciarse por completo con la espiración.
?La tècnica de Ujjayi?
Este tipo de respiración permite utilizar toda la capacidad pulmonar, calentar el aire (por lo tanto, llenarnos de energía) y traer calma y tranquilidad a la mente. Cuando se domina, puede percibirse un sutil sonido producido por el cierre parcial de la glotis que llega a parecerse a las olas del mar deslizándose a través del movimiento sin ningún tipo de bloqueo. Su fluidez convierte el sonido Ujjayi en un mantra que acompaña toda la práctica y transforma esta serie de posturas, enlazadas una con otra, en un proceso meditativo. Mientras se respira y se mantiene la atención en el aire, los pensamientos cesan su actividad; solo existe respiración y movimiento.
- Puede estar de pie, sentarse con las piernas cruzadas o entrar en Padmasana. Yerga la columna vertebral, expanda la parte superior del cuerpo y mantenga los hombros relajados y neutrales para que los pulmones tengan libertad de movimiento y pueda inspirar profundamente.
- Cierre la boca con suavidad, sin tensar los labios. Empiece haciendo una inspiración tranquilla por la nariz y prolónguela un poco mas de lo que duraría un inspiración normal.
- Dirija el aire a la garganta y con delicadeza emplee los músculos de la garganta para estrechar ligeramente el canal por el que ha de pasar.
- Al hacer pasar el aire por este canal mas estrecho, se crea en la garganta un suave rugido. Si oye que el sonido proviene de los conductos nasales, la ejecución no es aun la correcta. Intente respirar con mas profundidad, manteniendo la atención en la garganta y no en la nariz.
- Trate de crear este delicado rugido con toda la pureza posible: debe ser suave, profundo y continuo, y no ir acompañado de sonidos extraños a él, como resoplidos o quejidos. Intente no forzarlo mediante una respiración demasiado profunda o pesada, y evite empujar el aire a su paso por la garganta, ya que esto supondrá un despreció de energía y puede conferir pesadez a la practica.
- Equilibre la inspiración y la espiración de modo que tengan la misma longitud y calidad. El aire debe entrar y salir del cuerpo al mismo ritmo de principio a fin, así que evite acelerarlo en ningún momento de la inspiración o la espiración. No retenga el aire mientras hace asana, pues esto bloquea los músculos, impidiéndolos a relajarse, y produce una presión en la cabeza que puede provocar dolores de cabeza o mareos.